La empresa más antigua del mundo: Kongō Gumi Co., Ltd se fundó en el año 578, en Osaka, Japón. Esta empresa fue creada para construir un templo budista y 40 generaciones después seguía en manos de la misma familia.
Hasta 2007, año en que la crisis mundial golpeó al país y fue comprada por su filial Takamatsu Corporation.
“No es la carne y la sangre sino el corazón lo que nos hace padres e hijos”
Friedrich von Schiller, dramaturgo alemán.
La base de toda sociedad es la familia, nuestros abuelos, padres, hermanos, hijos y nosotros mismos debemos desarrollarnos en un ambiente donde este núcleo familiar sea fuerte, lleno de amor y solidaridad para ser capaces de llevar una empresa al éxito.
En nuestro país más de 90% de las empresas son familiares, donde las primeras y segundas generaciones son las que principalmente llevan el mando a la hora de tomar decisiones. El fundador de la empresa originalmente es motivado a crear la empresa para darle una mejor vida a su familia, por ello busca desarrollarse para alcanzar sus metas. En cuanto la empresa está edificada y establecida pone todo su esfuerzo en capitalizarla, en brindar soluciones ante las problemáticas que se le presenten, prevé y busca la manera en la cual la empresa rinda frutos. Esta labor puede llevarle poco o mucho tiempo, dependiendo de la visión y la innovación que pueda imprimirle, además del rumbo que decida emprender para su empresa.
Aunque suena fácil, se requiere de mucha determinación a la hora de incluir a familiares en la toma de decisiones. Puede ser que nuestros hermanos o hijos hayan entrado por derecho propio o por total convicción, pero cuando el dinero y el rumbo de algo creado por un miembro de nuestra familia llega a nuestras manos, debemos pensar la manera en la cual vamos a crecer por igual. Las estadísticas nos indican que pocas empresas en México han llegado a la tercera o cuarta generación; por ello decidí hacer un comparativo entre éstas y el país donde se han registrado el mayor número de empresas longevas, capaces de resistir desde la primera hasta la cuadragésima primera generación: Japón.
De Japón para el mundo.
Un estudio publicado en 2010 nos indica que las empresas más longevas de la historia radican en Japón, país con casi 127 millones de habitantes, quienes son considerados como la tercera potencia mundial en cuanto a desarrollo económico se refiere. En este país el 97% de las empresas son familiares y actualmente cuentan con 20 empresas cuyas generaciones las han dirigido exitosamente por más de 1,000 años; con 150 empresa de más de 150 años; cerca de 2,000 empresas con más de 300 años y más de 4,000 con 200 años de historia. ¡Insólito! Veamos el ¿por qué…?
- Mantienen una estructura familiar bien definida, donde el patriarca elige a su sucesor de acuerdo a la herencia (normalmente el primogénito hereda la compañía) y lo establecen por medio de un documento bien elaborado donde establecen las condiciones de la sucesión.
- Generación tras generación buscan emprender en nuevos nichos o generan mejoras constantes a sus productos, estableciendo nuevas oportunidades de crecimiento en otros mercados.
- Arraigada tradición empresarial. Siempre buscan apoyar al país, a sus colaboradores, a la familia, a sus clientes; en fin, siempre van a buscar desvivirse por todos ellos.
- En toda dificultad ellos ven dos caras: la de la crisis y la de la oportunidad y deciden llegar a la solución de manera en la cual se vean fortalecidos para salir bien.
Los mexicanos nos hemos caracterizado por tener iniciativa, por mantener ideas frescas a la hora de emprender; tenemos muchos talentos, por ello creo indispensable hacer uso de nuestras mejores características para crecer nuestra empresa familiar. No es necesario causar una revolución, ni problemas entre los Directivos, ya que es un lazo sumamente delicado y sensible, debemos ser conscientes y mantener en todo momento el sentido de pertenencia.
Cambio en la empresa Familiar.
En la actualidad, la competitividad de las empresas depende en gran medida de su capacidad de cambio de acuerdo a las exigencias del mercado donde se desarrollan y otro punto muy importante es la visión estratégica que mantengan. Para lograr esta visión es necesario intervenir en los elementos que forman este tipo de cultura dentro de las corporaciones, por ejemplo los valores, las creencias, el estilo de liderazgo y la conducta que rijan la cultura empresarial u organizacional deben ser analizados de acuerdo a los cambios que se deseen realizar en tres grandes divisiones:
Las Relaciones laborales, incluyendo algunas normas básicas para seguir los procedimientos, los valores y conductas plasmados de acuerdo a la visión y a las iniciativas del cambio, así como la adaptación de éstos mismos de acuerdo a la competitividad esperada.
Esto ayudará al personal a comprender, comprometerse e implementar el cambio en la empresa. Por ello es necesario desarrollar los puntos que hacen diferente a la organización de las demás, es decir, es muy importante fortalecer las ventajas competitivas.
Debemos aprender de la visión de otras empresas familiares, para crear el cambio en la organización, que es tarea de todos los que la integran. Teniendo en cuenta todas estas herramientas, creo firmemente que se desarrollarán más y mejores empresas familiares, ya que no sólo se trabajará en equipo, sino que tendremos lazos más fuertes que nos ayuden a crecer hasta lugares insospechados.
Termino mi participación con una frase del escritor norteamericano Walter Lipman que dice: “La prueba final de un líder es que deje detrás de él en otros hombres la convicción y la voluntad de continuar”.
