Pan con lo Mismo

Por: Roberto Guajardo Vizcaya.
rguajardov@yahoo.com

 

partidosEl próximo 7 de junio se llevarán a cabo elecciones de gobernador y presidentes municipales en varios estados, diputados federales y locales, y la perspectiva es que será “pan con lo mismo”, ya que con un breve análisis, se puede dar uno cuenta que la inmensa mayoría de los candidatos no cuentan con los conocimientos que los puestos requieren, o la experiencia o la calidad moral que estos demandan.

Hay casos como el de los diputados federales y locales, que ni siquiera se conoce quiénes son los candidatos, lo que hace que se vote por los partidos políticos y no los candidatos, fortaleciendo la ya desmedida partidocracia que vive el país.

Sin duda, las campañas han sido muy pobres, basadas en la descalificación y no en planes de gobierno, ideas e ideologías, así mismo se aprecia como candidatos que pertenecían a un partido hasta hace poco, ahora lo critican, y usan al partido que antes criticaban para su candidatura, sin importar la plataforma política y principios de este último. Algo en principio aberrante.

Vemos a otros candidatos, que se sienten tan seguros que prácticamente ni campaña hacen y a otros más que ni hablar saben o que al pedir el voto lo piden para un partido diferente del que representan. También tenemos a candidatas cuyas fotografías en mantas y carteles más bien parecen para ser publicadas en revistas de moda o sociales, bien arregladitas con foto shop. Sí, de ese tamaño están las cosas.

Otra práctica común son las llamadas telefónicas con la escusa de hacer encuestas de opinión, donde antes de cada pregunta quien hace la encuesta se tira un discurso descalificando a otro de los candidatos, muchas veces, sin sustento den hechos y datos, una tremenda manipulación por decir lo mínimo.

Sin embargo, al parecer, a la ciudadanía ni les va ni les viene, ni les importa quién los gobierne y quien se hará rico en los próximos 3 años a sus costillas. Los ciudadanos somos buenos para criticar, pero no para tomar acción para decidir y exigir a quienes no cumplen, posición muy cómoda y terriblemente displicente.

Pareciera que no nos damos cuenta o no nos importa los terribles fraudes y hechos de corrupción que se cometen día a día. Que no nos preocupa la educación que reciben los niños y jóvenes en México, que la pobreza y los trabajos muy mal remunerados y situaciones de explotación humana nos tienen sin cuidado. Que los desaparecidos y muertos por la violencia no duelen hasta que no te tocan en forma directa. Que la impunidad con que se manejan las autoridades y el círculo de poder es algo permitido y aplaudible. Que a la mayoría de los ciudadanos no les importa que les digan mentiras día con día y noche a noche en las estaciones de radio y cadenas nacionales de televisión, donde se manipulan cifras y esconden hechos. Que no nos importa que las pocas voces que nos informan sean calladas, que las reformas que tanto se cacarean sean inoperantes, letra muerta o solo beneficien a unos pocos. Que la transparencia tenga niveles y excepciones, al igual que la impartición de justicia. Que los funcionarios que ahora terminan, se vallan con promesas incumplidas y bolsillos llenos. Que nuestro México no cambie y que los que dicen mover a México lo hagan solo en su beneficio.

Por todo esto, afirmo que la perspectiva de las próximas elecciones no ofrece más que “pan con lo mismo”, más de la misma sopa.