¡Feliz aniversario, México!
Un buen directivo debe reconocer los valores de sus empleados y aprender a delegar, dando mayor independencia a su oficina.
Este mes México celebró su Independencia, dando el Grito por todo lo alto. La Independencia de México se logró gracias al esfuerzo conjunto de hombres y mujeres valientes, disciplinados, que trabajaron en equipo y lucharon por una misma causa, cualidades que hoy día siguen en todos los mexicanos. Como empresario, debes reconocer estos valores en tus empleados, y aprender a delegar, dando mayor independencia a la oficina.
Dentro de las habilidades directivas, uno de los apartados con más complejidad y con una mayor importancia es, sin duda, la dirección de equipos. Actualmente, los criterios y las formas de proceder han cambiado sustancialmente en las empresas. Se ha pasado de un modelo de jerárquico a un modelo más plano donde el coordinador del equipo es el principal encargado de delegar, supervisar y establecer los criterios importantes. Con este nuevo enfoque, se consigue una mayor productividad y eficiencia, ya que los empleados se sienten valorados y parte de un equipo.
Como empresarios, en ocasiones es difícil dejar de ver nuestra empresa como un hijo pequeño, que nos necesita todo el tiempo y que sin nosotros controlando todos los procesos, no puede funcionar. Sin embargo, un control férreo a veces puede tener consecuencias negativas, si no aprendemos a delegar, dar una cierta independencia a nuestros empleados, quienes son el principal valor de la compañía.
Delegar es más que solamente transferir trabajo. Significa involucrar a otros en la responsabilidad de los resultados, darle a alguien más la libertad para tomar decisiones de cómo lograr alcanzar esos resultados. La única forma de hacer esto, es reconociendo primero las cualidades de las personas en las que vas a confiar.
Desde ADAMS, te ayudamos con algunos consejos para delegar eficazmente:
- Selecciona bien el equipo en el que vas a delegar. Valor, capacidad de trabajo en equipo, responsabilidad, implicación en la empresa y sus metas, organización, motivación, liderazgo, y, sobre todo, sentido común y trabajo duro. Sólo si ves todo esto en tu personal, podrás confiar en ellos lo suficiente para delegar en ellos. Una persona sola no lo hubiera conseguido.
- Que todos tengan la meta clara. Presenta una perspectiva global de los objetivos de la compañía, para que las personas en quienes vas a delegar, pueda visualizar cómo encaja su trabajo dentro de toda la operación.
- Comparte información. No puedes esperar que todo funcione, si atesoras toda la información para ti. Antes de empezar, comparte tus conocimientos y tus experiencias con ellos. Y después, dales retroalimentación (feed-back) sobre su trabajo, y cómo está funcionando. Pero que no sea de forma unidireccional. Escúchales tú también.
- Involúcralos en el proceso.Delegar tareas no es sólo quitarte responsabilidades, es implicarlos en el proceso, que se sientan parte de él y a su vez, que lo defiendan. Sin duda, ayudará a que el trabajo sea realizado de una mejor manera.
- Enfócate en los resultados, no en el proceso. Cuando le asignes un proyecto a alguien, permítele la libertad de ejercitar su iniciativa. Deja que él o ella desarrolle la metodología de cómo alcanzar la meta. Es posible que optimice los recursos y mejore el proceso. Déjate sorprender.
- Cronogramas. Una cosa es que des independencia en la forma de trabajar, pero todos tienen que tener claros los tiempos de que disponen para hacer el trabajo, y cómo afectan los retrasos a otras áreas de la compañía. La información no es presión, sino que ayuda a ser efectivos.
- Ofrece asesoría. Hacer revisiones dentro del proceso previamente pactadas, asegurará que el trabajo se está haciendo tal y como lo imaginabas, pudiendo corregir desviaciones y mejorando las tareas, retroalimentando siempre de forma constructiva.
- Reconoce el trabajo de tu equipo. Ante un buen trabajo, no te quedes tú con el crédito. Y si el responsable no logró el cometido asume tú la responsabilidad. Aprende de la experiencia para que puedas delegar más eficazmente la próxima vez.
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