De las múltiples funciones de esa fantástica área que es el Capital Humano o, si se prefiere llamarle: Recursos Humanos o Gestión de Talento, hay una de particular importancia y que es, dar la bienvenida al nuevo personal de la empresa.

Toda vez que hemos hecho la mejor elección del personal en el mercado laboral y cerrado la contratación con nuestra propuesta, llega la fecha en la que el candidato se convierte oficialmente en nuestro colaborador, llega así, para el candidato, su primer día de trabajo. Es importante para nosotros hacer de este día, una experiencia única y difícil de olvidar para el nuevo miembro del equipo.
Sin duda la primera impresión es para siempre. Es la fotografía mental que quedará grabada en la memoria de nuestro nuevo colaborador.
Tomemos en cuenta algunos detalles: ¿El recibimiento fue cálido y sincero, o frio y breve? ¿La instrucción en ese momento consistió en señalar la ubicación de la papelería, baños, cafetería y cajón de estacionamiento o seguimos un protocolo en donde transmitimos nuestro compromiso con la visión, misión y los valores de la empresa? No olvidemos que estamos frente a un colaborador en quien hemos detectado cualidades y potencial que le harán crecer en la compañía y hará crecer al equipo.

Recordemos que somos el reclutador y el coach del equipo, los partidos los ganan ellos, nosotros les mostramos de lo que son capaces de hacer. Dedícale a esa nueva persona una atención distinta, escucha sus temores, sus necesidades o sus dificultades para llegar a la oficina o fábrica. Hacerle saber que la armonía en la vida familiar va de la mano con la armonía en el trabajo. Si es posible, come con él o ella, intégralo en alguno de los grupos informales de la empresa, tal vez quiera convivir con los que se juntan a hablar de futbol, o con los que salen juntos un día a la semana después del trabajo, o al de los que practican algún deporte. Ésta integración informal le permitirá adaptarse con gusto y facilidad a este nuevo ambiente.
En la medida que los presupuestos y las políticas lo permitan, obséquiale en su primer día su termo, su playera, su “back pack”, cualquier artículo promocional que le haga ver que desde ya se le está considerando alguien importante para el equipo.
Créeme tendrás a un colaborador mejor integrado, más comprometido y preocupado solo en hacer bien lo que sabe hacer, él o ella acaba de llegar a tu espacio, muéstraselo e introdúcelo de tal forma como a ti te gustaría ser recibido en un nuevo ambiente.
Todos ganan.