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“¡ZIP Y ZAP Y SU PERFECTO DESPEGUE!”*

*CUENTO BASADO EN LA ILUSTRACION “LA CASA DE LA CALLE MAPLE”, FUE UN DESPEGUE PERFECTO…”, DEL LIBRO: -“LOS MISTERIOS DEL SEÑOR BURDICK”-..

Por: Dr. Jacobo Neuman Praes**

jacobo@pulsopyme.com

** DERECHOS RESERVADOS

TERCERA PARTE:

REPORTE INTERGALACTICO E INTERESTELAR XP-13131.24

Zip y Zap, mucho antes de que se lo esperaran, fueron autorizados a visitar nuevamente a Andrea y Miguel. Les llevaban estupendas noticias de acuerdo a sus propios reportes y apariciones en las audiencias del directorio intergaláctico al que fueron invitados a asistir después de que contaran sus experiencias en el planeta acuoso después de su desafortunado accidente y de la ayuda que habían allí recibido de dos inteligentes y serviciales terrícolas.

Dichas noticia las habían publicado recientemente los miembros del Directorio de la Confederación Intergaláctica Interplanetaria (CII), bajo el rimbombante título de: “REPORTE INTERGALACTICO E INTERESTELAR XP-13131.24”, con precisas instrucciones de regresar a la tierra para intentar establecer una comisión de apoyo y ayuda al planeta para que pudiera desarrollarse tecnológica más aceleradamente, al mismo tiempo que se logrará establecer una paz duradera entre todos sus pobladores.

Además, comisionaban a Zip Y Zap, como emisarios y portadores de tan importantes noticias. También, los autorizaban a llevar todo tipo de equipos y sus planos ingenieriles y los manuales correspondientes para iniciar los procesos de capacitación requeridos para poderlos fabricar y emplear en el planeta acuoso.

El mencionado reporte, los autorizaba además, a llevar con ellos científicos y médicos de todas las especialidades para dar consulta y apoyo en la fabricación de todo tipo de medicamentos para mejorar el estado de salud de toda la población terrícola, independientemente del número de patas o tamaño que tuvieran.

El momento en que aterrizaron nuevamente en el jardín de la casa de Andrea y Miguel con su brillante nave esférica enterita y reluciente, esta vez sin el menor ruido o sin destruir nada y a la hora que ellos sabían que los niños estaba solos en casa, no pudieron haber pensado que fuera el mejor para hacerlo. 

Fue un aterrizaje perfecto…

Lo primero que escucharon los niños, que como de costumbre estaban castigados en sus cuartos fue a Sam ladrar sin parar, dándoles la bienvenida  Zip y Zap. Y después de observar por la ventana otra vez la pequeña nave en el jardín, y que eso era lo que tenía al perro tan acelerado, bajaron presurosos las escaleras y pronto salieron de la casa felices para recibir a sus pequeños amigos de nuevo a la tierra.

Inmediatamente y sin que nadie los viera, llevaron la nave de nuevo a la mesa de trabajo en el segundo piso de la casa, para que Zap y Zip y todos sus acompañantes, pudieran desembarcar tranquilamente y les comentaran a que se debía su nueva e inesperada visita y que lo hicieran tan pronto. ¡Apenas, habían pasado cuatro meses exactamente desde que se habían tristemente despedido!

Casi al mismo tiempo que los niños ponían la nave en la mesa la portezuela y la escalinata se empezaron a mover y unos instantes después, Zip y Zap emergieron triunfantes y también bastante felices de volver a visitar y ver a Miguel y Andrea. No se sobaban ni se les veía tambaleantes como la primera vez que asustados y temblorosos, temiendo lo peor, bajaron por la escalinata cuando se habían estrellado contra el bote de basura en su aterrizaje forzoso unos pocos meses atrás.

Andrea y Miguel, les tenemos estupendas noticias, fue lo primero que dijeron, con su característico tono gutural los pequeños periquitos multicolores a los niños. Pro, antes de hacerlo, contéstenos unas preguntas que nos surgieron al ir llegando a la tierra y empezar los preparativos necesarios para un aterrizaje planeado perfectamente y sin contratiempos como la última vez, desafortunadamente nos ocurrió.

En este nuevo encuentro, el segundo, debido a la emoción del mismo, ninguno de los cuatro amigos podía iniciar la plática. Fue entonces cuando Zap, con su característico lenguaje dio inicio a una serie de interrogantes, y esperaba que le contestaran antes de  permitir que los niños hicieran sus propias preguntas relacionadas con esta repentina nueva visita.

Así que Zap preguntó inicialmente: “¿Cómo han estado Andrea y Miguel, qué han estado haciendo desde que nos despedimos, cómo están sus padres y cuál es la nueva razón del actual castigo?”

Miguel y Andrea contestaron al unísono: “Hemos estado todos en casa bien, inclusive, nuestros padres están en su cuarto en este momento, así que no podremos hacer mucho ruido por el momento, el reciente castigo, igual que todos los recientes, se debe principalmente, igual que todos desde que se fueron, a que nadie nos cree de su anterior visita  y de la tecnología que nos enseñaron mientras les ayudábamos a reparar su nave espacial”.

A continuación, Zip inquirió: “¿Cuál es la razón de que sus padres estén a esta hora en casa, durante la última que hicimos, está era la hora en la que normalmente estaban en sus respectivos trabajos y por esa razón, decidimos aterrizar en este instante?”

De igual forma que lo habían hecho antes, los niños contestaron en coro: “Nadie está yendo a la escuela o al trabajo desde hace un mes y medio, todos estamos en cuarentena por el nuevo virus que ha creado una pandemia mundial y ya hay más de cuatro millones y medio de seres humanos contagiados y casi 500,000 de fallecidos por todo el planeta. Y desafortunadamente, la ciencia médica mundial no ha podido desarrollar una vacuna o siquiera una medicina eficientes para controlar al virus todavía y poder hacerla disponible para todos los humanos”.

Zap volvió a preguntar entonces: “¿Es esa la razón por la que vimos semi-desiertas todas las calles por todo el planeta acuoso?”

¡Exacto! ¡El mundo se ha detenido por completo! ¡Sólo las personas relacionadas con la salud y su cuidado, continúan moviéndose de un lado a otro, tratando de curar a los enfermos y otros, los encargados de las defunciones, de enterrar a los desafortunados fallecidos! Exclamaron en forma triste, Andrea y Miguel al mismo tiempo…

¡Qué bueno, entonces, y qué suerte que hemos llegado en este momento! Comentaron, también simultáneamente Zip y Zap. Esperamos poderlos ayudar con nuestras avanzadas medicinas interestelares para curar a los todavía enfermos y además los apoyaremos en la preparación de una vacuna que proteja a partir de ahora a toda la población de su mundo. El Directorio de la Confederación Intergaláctica Interplanetaria (CII), con el: “REPORTE INTERGALACTICO E INTERESTELAR XP-13131.24”, nos ha autorizado a hacerlo, después de que les contáramos detalladamente sobre ustedes dos y de la forma tan eficiente en que nos apoyaron en la reparación de nuestra abollada nave esférica, después de nuestro aterrizaje forzoso.

A continuación, y mediante uno de sus comunicadores especiales, hicieron salir de la nave, con sus equipos de laboratorio, los cuales colocaron en la mesa, a una serie inenarrable de garrapatas, escarabajos y abejorros bastante coloridos y con incontable número de patas, todos ellos y ellas vestidos de color plateado de pies a cabezas, y que después de escuchar lo previamente grabado para ellos por Zap y Zip y dicho antes por los niños, de inmediato, les solicitaron a Miguel y Andrea, les consiguieran lo antes posible, muestras de todo tipo de fluidos y tejidos de los enfermos y fallecidos, para estudiarlas y poder desarrollar las medicinas y vacunas universales requeridas en este momento de crisis.

A lo que los niños contestaron acongojados: “¿Pero, cómo vamos a hacer  todo eso, si no podemos salir para nada de casa? ¡Estamos en cuarentena y además, como siempre estamos, castigados…!”

No se preocupen. Para eso y más, estamos aquí. Para ayudarlos… Indicaron sin la mínima preocupación Zip y Zap.

A continuación, como salidos de la nada, cientos de bichos multicolores, parecidos a abejas, libélulas, escarabajos, avispas, abejorros y hormigas voladoras salieron rápidamente de la nave, su importante misión: “Conseguir lo antes posible todas las muestras que los doctores y los investigadores necesitaban para producir las vacunas y las medicinas requeridas en esta desafortunada pandemia”.

 Todos los cientos de bichos mencionados, iban armados de minúsculas jeringas y pequeños escalpelos, además de estar cubiertos de brillantes trajes plateados e inmediatamente salieron volando o caminando por el suelo de la recamara a toda prisa en busca de las muestras que los doctores y los investigadores espaciales necesitaban para producir las vacunas y las medicinas requeridas,

El ejército de alimañas voladoras, en realidad parecía una infestación de insectos no esperados en el mundo que en forma veloz volaron hacia afuera de la habitación por la ventana en busca de sus preciadas muestras. Uno de los abejorros más patudo, verdoso y grande, llamado Kantu, les dio a todos ellos, las instrucciones precisas de que traer y donde era necesario conseguir dichas vitales muestras.

Mientras tanto Andrea y Miguel, escucharon y vieron pasmados por la organización desplegada de tantos y tantos insectos como iniciaron con su importante tarea aérea o por la superficie del planeta.

Como una hora después, algunos de los insectos, los primeros en regresar con sus esperado cargamento, empezaron a volar de regreso a la habitación y lo hicieron zumbado y brillando intermitentemente. Aterrizaron en la pista especial para ello, que durante ese tiempo otras cuadrillas de minúsculos trabajadores, también salidos de la nave les habían acondicionado para hacerlo.

Entonces, el verdadero trabajo científico intergaláctico dio inicio. Los investigadores al recibir las importantes muestras en jeringas y escalpelos especiales, además de clasificarlas a la perfección, procedían a introducirlas en sus equipos de laboratorio interestelar, que de inmediato al ser operados despedían todo tipo de luces y ruidos al hacer su trabajo de análisis y evaluación. Pronto los múltiples resultados empezaron a aparecen en las pequeñas pantallas de los equipos en cuestión.

Mientras tanto, más y más insectos voladores de todos colores, apresurados llegaban volando a la pista de aterrizaje cargados con las muestras que se le había pedido traer. No había sido fácil conseguirlas. Muchos de ellos, en su afán de conseguirlas, habían fallecido en la difícil tarea, algunos fueron pisados, otros golpeados por periódicos o recibido manazos o por los mortales insecticidas que les aplicaron los humanos temerosos de ser mordidos o picados por los desconocidos insectos que repentinamente llegaron. Pero, finalmente la tarea se había cumplido, reportó con satisfacción el abejorro líder de la operación, Kantu, a Zip y Zap. Las pérdidas de vidas extraterrestres finalmente habían sido relativamente muy pocas, y los resultados extraordinarios.

El grupo médico e investigador, a cargo de una especie de escarabajo colorado, el Dr. Ransi, con satisfacción por el cumulo demuestras recibidas y analizadas, también dio su primer reporte de los avances hasta ese momento logrado a Zip y Zap. Confiadamente indicó: -“En unos cinco días, a más tardar, les tendremos listas medicinas y vacunas para hacer con ellas pruebas de campo” –para lo cual, tendremos que mandar nuevamente a los cientos de voladores a picar y morder humanos, digo inyectar o morder, a los mismos sujetos a los que se les extrajeron las muestras para validar su eficiencia y aplicabilidad. Sólo después de hacerlo y de observar los resultados, podremos saber cuáles son las mejores y adecuadas para eliminar por completo la pandemia del mundo acuoso.

Mientras eso sucedía, Zip y Zap, solicitaron a Miguel y Andrea, dulces, bebidas y alimentos para los miles de viajeros intergalácticos que los acompañaban. Y después de hacerlo les darían oportunidad a los niños de preguntarle los que quisieran.

En otra parte de la ciudad desértica y en completa cuarentena, específicamente, en el Laboratorio de Investigación General Avanzada, conocido en el medio como “La LIGA”, el Dr. Mezzyna y la Dra. Robledo trabajaban arduamente con las muestras que estaban recibiendo de toda la ciudad. Encargados del área de entomología, empezaron a recibir para su estudio y evaluación cientos de insectos bastante raros vestidos con uniformes plateados, que además de tenerlos perplejos, nunca habían sido vistos, recolectados o clasificados en todo el mundo hasta ese día. Algunos de los insectos de todo tamaño y con gran variedad de abdómenes, patas y alas, llegaron vivos y otros muchos muertos. Pero todos ellos, vestidos en lo que parecían trajes espaciales bastante ajustados a sus diferentes cuerpos y múltiples cuerpos, alas y patas.

Algo que los tenía en ascuas era, después de analizar detalladamente las telas plateadas que vestían los coloridos insectos, que dichas telas, además de ser sumamente resistentes, impermeables y de un color no registrado en las múltiples tablas de los pantones internacionales, que las ajustadas prendas estaban fabricadas con materiales inexistentes hasta ese día en la tierra.

Pero, cuando Robledo y Mezzyna recibieron los resultados de los ADN de cada uno de los cientos de insectos que estaban con esmero estudiando, su sorpresa fue aún mayor, ya que ninguno de sus estudiados “Bichitos”, como les decían siempre de cariño, poseía un ADN registrado o similar a ninguna especie viva en el mundo, sea esta: animal o vegetal, ni tampoco humana.

Sus caras de asombro eran indescriptibles. Sus labios inferiores tocaban ya el resbaloso piso de tanta baba que se les había escapado de las abiertas bocas, y no podían ni hablar y menos explicar que es lo que estaba sucediendo en su moderno laboratorio, o fuera de él. Tendrían que salir inmediatamente a los lugares donde los “Bichitos” se habían localizado, para percatarse personalmente de lo que se trataba o de donde habían salido de repente esos insectos.

Mientras tanto en el TAMOSMESA-NE -(“Taller Moderno de Súper Mantenimiento Especializado de Servicio a Naves Extraterrestres)”- otros miles de pequeños insectos llegaban rápidamente con su preciada carga, la cual después de ser perfectamente clasificada y catalogada por Zip, Zap, Ransi y todos sus colaboradores, era transformada una a una en sus componentes físico-químicos con los cuales diseñaban y desarrollaban todo tipo de medicinas y vacunas que podrían servir para curar y prevenir la pandemia.

Las medicinas y vacunas en cuestión eran de todo tipo de consistencias, colores, olores y sabores. Y, una vez obtenidas, tendrían nuevamente que salir de volada los miles de insectos con dichos medicamentos y vacunas y volar por toda la ciudad en búsqueda exactamente de los mismos humanos a los que les habían picado o mordido antes, para ver su reacción a dichas sustancias al volverlos a morder o picar. Además, tendrían que esperar cerca, sin ser descubiertos un par de horas para volverlos a picar y morder una  vez más, para sacarles las nuevas muestras que llevarían de regreso a “TAMOSMESA-NE” para con ellas poder evaluar allí, si las sustancias recién diseñadas y fabricadas expertamente por Ransi y su extraordinario equipo, habían tenido o no efecto y descartar a las que no lo habían tenido. Y confirmar las que sí hubieran servido

Para poder exactamente inocular a los mismos humanos que antes hubieren mordido y picado, al hacerlo, dejaron en dichos sujetos impregnados unos minicomponentes electrónicos de vida temporal, con un número identificador en clave que les servía para acercarse a picar o morder exactamente a esas personas y para la clasificación de las muestras, pero también para el tratamiento de los pacientes y de los resultados esperados. Este tipo de procedimiento, lo habían llevado a cabo en innumerables ocasiones en otros planetas, a los que también habían anteriormente apoyado para curar sus propias enfermedades

Por último, con las muestras de medicinas y vacunas correctas para curar y prevenir la pandemia en marcha, generarían las muestras finales adecuadas con las formulaciones correctas con materias primas terrestres para que Andrea y Miguel las llevaran con los dirigentes del planeta o con las personas adecuadas para con ellas hacer las pruebas necesarias y finalmente con ellas detener la mortal pandemia mundial.

Pero antes de hacer eso, los gobiernos de todo el planeta tendrían que formular y fabricar cientos de miles, millones de muestras de las medicinas y vacunas diseñadas  y fabricadas por Ransi, Zip. Zap y su colorido y brillante equipo, para lo cual, desafortunadamente los niños no contaban con todas las materias primas que eran necesarias o con el presupuesto requerido para fabricarlas.

 

CUARTA PARTE Y EPILOGO: 

EL REPORTE INTERGALACTICO E INTERESTELAR XP-13131.24 Y LAS VACUNAS Y MEDICINAS EN ACCIÓN

Ya con las vacunas y medicinas disponibles, Zip y Zap procedieron a leerles a los niños el “EL REPORTE INTERGALACTICO E INTERESTELAR XP-13131.24” y les explicaron detalladamente su significado y la importancia que tenía para la tierra y su futuro, y era entonces necesario traducirlo de inmediato a los cientos de idiomas en el planeta y llevarlo junto a los medicamentos recién desarrollados a los humanos encargados de dirigir el planeta y sus respectivos países.

Tarea no sencilla, ni para los niños y menos para Zap y Zip.

Las razones, muchas: “Incredulidad, extrañeza de que los portadores de tan buenas noticias fueran dos pequeños, a quienes, ni sus padres o maestros les habían antes creído nada y esto, sin contar o con los conocimientos o los equipos para desarrollar tales medicinas tan avanzadas para la época y en tan reducido tiempo”.

Pero, lo único que por el momento tenían a su favor Andrea y Miguel eran los casos inexplicables para Mezzyna y Robledo de la curación espontanea de algunos de los enfermos más graves del virus y también de otros pacientes que de un día para otro vieron sus síntomas de la enfermedad reducidos a cero. Y que al examinarlos y verificar la razón de sus milagrosas curas, había en ellos una sustancia hasta ese momento desconocida en él planeta y de la cual tampoco tenían formulación alguna o de su origen.

Sólo una explicación recurrente tuvieron Robledo y Mezzyna al interrogar a los enfermos restablecidos, principalmente en los casos de tales curas milagrosas, y que voluntariamente externaron los pacientes en cuestión fue: “Tenemos unos tres días en que no nos han dejado de molestar todo tipo de bichos rastreros y voladores, algunos de los cuales nos picaron y otros nos mordieron por todos lados. Los que matamos, venían envueltos en una especie de tela plateada, pero, igual, los tiramos a la basura. Por si quieren revisar los botes. Otros, se nos escaparon vivos y se fueron de la misma forma en la que llegaron. Por el piso algunos y otros muchos más, volando…”

Continuará, creo…

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FOTOS: MATERIAL PROPIETARIO DE PULSO PYME Y CORTESIA DE Todo-Mail

*CUENTO BASADO EN LAS ILUSTRACIONES DEL LIBRO: -“LOS MISTERIOS DEL SEÑOR BURDICK”-.