Mentes visionarias y una intomable pasión por llevar a cabo maravillas fueron la receta que llevó a la creación de los vinos PINEA. Bajo la sombra del majestuoso árbol de Pinea, en el corazón de la legendaria región vitivinícola de Ribera del Duero, Vicente Pliego y Hugo T. Del Pozzo, dos amigos de la infancia originarios de México, tuvieron una visión: aprovechar las magníficas características de esta tierra para producir uno de los mejores vinos del mundo.

Para conseguir este sueño, incorporaron al proyecto a uno de los más prestigiosos enólogos de España, el maestro Isaac Fernández. Con un profundo respeto y amor por la naturaleza y la tierra donde crecen sus vides, apreciando y valorando su sabiduría, su armonía, su biorritmo, aseguró que cada paso del proceso de vinificación de PINEA se base en la máxima atención al detalle en el viñedo y en un amplio conocimiento de tradiciones centenarias.

PINEA se elabora con uvas 100% Tempranillo que reflejan el corazón de España y la pasión de nuestros artesanos viticultores utilizando técnicas centenarias. PINEA surge del deseo de producir uno de los mejores vinos del mundo y crea una gratificante experiencia para todos los que participan de su sabor.

Un vino tan excepcional solo se puede producir en un lugar excepcional. Los viñedos de PINEA representan la confluencia perfecta de elementos: suelo único, entorno exigente y clima adverso. Es a partir de estos desafíos donde la uva de PINEA perdura para transmitir la sabiduría y la belleza de su vid a diferencia de cualquier otra vid en el mundo.

Estos viñedos se ubican en las inmediaciones de las localidades de Olmedillo de Roa y Villatuelda (Burgos), en pleno corazón de la Ribera del Duero, a una altitud media de 900 metros sobre el nivel del mar. Los viñedos se benefician de casi 360 grados de exposición solar y están plantados en múltiples parcelas de suelos de arena calcárea con abundante presencia de piedra caliza.

Entre las características que la naturaleza provee a las uvas y entre el amor por lo que hacen, los vinos de PINEA son elegantes y deliciosos, totalmente artesanales, y despiertan los sentidos como un dulce susurro que va directo al alma.

Así como el árbol del que toma su nombre, PINEA tiende sus raíces en el corazón de quien lo prueba. La que surge del árbol de Pinea es épica. Siglos de historia, años de envejecimiento, minutos de placer
y momentos que duran para siempre.

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