Para los que amamos viajar, no hay nada más delicioso que sentirnos mimados por nuestra línea aérea consentida, y es justo lo que Club Premier de Aeromexico hace con sus más de cuatro millones de socios. Este programa de lealtad está pensado para que acumulemos Puntos Premier por nuestras compras en más de cien empresas afiliadas, como los elegantes hoteles Marquis, Hyatt y J.W. Marriott.

Los puntos se transforman en recompensas, incluyendo boletos de avión para viajar cómodamente con Aeroméxico, pero ser socio también tiene otras gratas sorpresas, como el ser invitado a la Experiencia Premier, una exclusiva cena a puerta cerrada para Club Premier de Aeromexico preparada por el chef Jorge Vallejo en el Restaurante Quintonil.

Jorge, al igual que su restaurante, está nuevamente entre los mejores del mundo.  Este año, Quintonil fue posicionado en el lugar número 11 de la famosa la lista The World’s 50 Best Restaurants, la guía más renombrada para conocer los recintos gastronómicos más destacados del planeta. Más de mil académicos, chefs, periodistas y especialistas gourmet que se reunieron en el Palacio Euskalduna de Bilbao, fueron los responsables de votar para crear esta lista en la que todos quieren estar pero sólo los más excelentes ocupan.

Y, para abrir las papilas gustativas y el apetito de nuestros importantes lectores, revisen lo siguiente:

Quintonil es el reflejo de la cocina mexicana, que basándose en los ingredientes nacionales como los huazontles, elotes, rábanos y chapulines, reinventa la cocina tradicional en una propuesta contemporánea y de presentaciones delicadas. El exótico menú Experiencia Premier de diez tiempos creado por el chef Vallejo para Club Premier de Aeromexico, fue una delicia de sabores nacionales que maridamos con la reina de las champagnes: Taittinger.

Taittinger, traída a México en exclusiva por Ferrer y Asociados, es parte del selecto club de los grandes champagnes y dentro de las pocas que son dirigidas por la familia fundadora. No hay una sola clave para el éxito de Taittinger, sino toda una cadena de factores, como el poseer más de 300 hectáreas de viñedos, que incluyen los selectos viñedos Grand Cru con los que se elabora Prelude. Además de sus uvas la producción es de la más alta calidad, que incluye  exceder el envejecimiento mínimo para todos sus vinos, y un alto porcentaje de uvas raíces y prácticas sostenibles.

Para cada platillo hay una Taittinger ideal. Brut Réserve es de sabor vivo y fresco, armonioso, con espuma fina y persistente, con sabores de frutas frescas tropicales y miel. Prestige Rosé desprende aromas de frutos rojos, con una sensación aterciopelada fresca y elegante; Prelude Grand Crus es de notas cítricas muy frescas, de fragancias florales mezcladas con toques especiados; Blanc de Blancs es de color oro pálido, con burbujas finas y pesistentes que forman una corona de espuma, afrutado con toques de mandarina, pasas y pomelo; y Réserve Sec City Lights revela toques de melocotón, albaricoque, pasas y frutas en almibar.

Son experiencias tan especiales como ésta las que hacen que nos enamoremos de las marcas, y al mismo tiempo hablan de la excelente calidad de Aeromexico.