Hace muchos, pero muchos años en el planetoide “KAKARIO”, de la galaxia “KUANTUM” donde vivía, fui invitado a asistir en el “zoológico” a una de sus juntas tempraneras, perdón, reuniones, digo, “Clases de 7”, que normalmente tratan sobre zoología y otros temas relacionados, y que allí se llevan a cabo muy temprano diariamente. El objetivo principal de invitarme en esa ocasión, era el de escuchar el informe que se daría sobre la situación administrativa y operativa de la empresa: “Animalandia S.A. de C.V. de S.R.L. y ANEXAS”.

Al prepararme para llegar temprano a tan importante reunión, ya que era a las 7 de la mañana, me recordé de mí época de estudiante tanto en la prepa como en la universidad, cuando teníamos clase de 7 y había que madrugar también para llegar a tiempo a la importante lección matutina.

En la prepa la “Clase de 7” era la de matemáticas, y la impartía un flaco y peludo maestro muy conocedor sobre el tema. Su audiencia lo escuchaba pasmada, por la sapiencia que tenía sobre los diferentes temas del curso. Muchos alumnos y colegas lo consideraban “un ratón de biblioteca” ya que allí se pasaba la mayor parte del día, sobre todo cuando no estaba impartiendo su brillante cátedra.

En la universidad, donde intentábamos estudiar ingeniería, aun con todas las dificultades que esto implicaba, ya que siempre había conatos de huelga, marchas y manifestaciones, también tuvimos “Clase de 7”. Esta, era la clase de Mecánica I, la impartía un estirado, con piel grisácea y plastificado profesor de gran abdomen, que además era el director de la carrera. Y pobres de nosotros si no aprendíamos todo sobre su materia, ya que no hacerlo implicaba no recibirse de ingeniero nunca.

A su importante clase no podíamos tampoco llegar tarde bajo ningún tipo de escusa “ESQUEZOFRENICA*” ya que si así lo hacíamos, encontrábamos la puerta del salón cerrada con botón. Sólo había una forma autorizada de entrar tarde a dicha clase. Teníamos que traer con nosotros una cajetilla de cigarros “Faros” nuevecita y completa, y al llegar mostrarla por la ventana de vidrio de la mencionada puerta. Esa susodicha cajetilla era el pase, digo el boleto de entrada a la ya iniciada sesión académica, que versaba sobre engranes, bandas (no musicales), resortes y una que otra rueda dentada, entre otros elementos mecánicos de la maquinaria estudiada.

Y la cajetilla entregada mansamente en la mano del maestro, era una más de las muchas que el acartonado profe se fumaba diariamente.

Saben, las famosas cajetillas de “Faros” que siempre traía en el carro durante esa época, por si las moscas, me causaron varios disgustos con mis padres que me habían prohibido y recomendado no fumar nunca por lo dañino que tal vicio era. Y no hubo justificación o poder en la tierra, como la mención del boleto de entrada a la “Clase de 7” de Mecánica, que los pudiera convencer, de que yo no fumaba.

Aquí vale la pena mencionar que algunos de los alumnos asistentes a dichas clases de 7 en la prepa o en la uni, no entendían nada de lo que los profes nos intentaban enseñar, la razón, muchos venían desvelados y se dormían, como siempre, y algunos hasta crudos. Con las terribles consecuencias académicas que eso desafortunadamente acarreaba:

a) Unos más se aburrían de lo lindo y no entendían nada (ni jefas…), de lo que el maestro intentaba explicar.

b) Otros de plano se dormían sobre sus pupitres y mesas, gracias a la pachanga y los muchos tragos de la noche anterior.

c) Y, algunos más, desafortunadamente, como ya habían escuchado el mismo mensaje una y otra y otra vez, incluyendo las quejas contra los perenes enemigos o contra los celadores del zoológico y además contra los que se supone cuidaban a los animales allí reunidos o ausentes, o todos los enemigos reales o ficticios de los inocentes animales que allí vivían, mejor se acurrucaban en alguna esquina de sus viejas y destartaladas jaulas y también se echaban una merecida siesta.

d) Pregunta capciosa de final de curso: ¿Usted ha sido invitado o tenido que ir a alguna tempranera, digo a “Clase de 7” recientemente?

¡Sí! Espero haya llegado a tiempo, haya estado interesante el material expuesto por el “profe en turno”, lo haya captado y aprendido todo y no se haya dormido. ¡O enojado!

Ah, y espero que no lo hayan regañado o insultado tampoco.

¡No! ¿Llevaba listo el boleto de entrada?

e) Yo, ni aunque me inviten o me rueguen que asista nuevamente a una tempranera en el “zoológico” o a una “Clase de 7” más en la escuela, no creo poder ir o llegar a tiempo, y por lo mismo, no creo que me dejen entrar. Esto último, ya que ya no me quedan cajetillas de “Faros” en la cajuela o pienso volverlas a necesitar

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“Si no, pus no…”

“¡Tú, tú país, tú empresa, tú familia y tus colaboradores se lo pierden! ¡Lástima, están divertidos y sí se aprende mucho”. Y algunos no cuestan nada.

“Te deseo “muchos éxitos” en todo lo que hagas…”

“Muchas Felicidades, Shalom, Suerte, Salud y Saludos” “¡NUESTRAS 4Ss y 1F!”

* BIBLIOGRAFÍA:

LECTURAS RECOMENDADAS:

NEUMAN PRAES, JACOBO. “ESQUEZOFRENIA. UN MANUAL PARA UNA NUEVA VIDA”. JOEGA EDITORIAL. 2008.

NEUMAN PRAES JACOBO. “POR FAVOR DEJA DE FUMAR. Y SI NO LO HACES, NO EMPIECES”. JOEGA EDITORIAL. 2008.

OTRAS LECTURAS: ¡PREGUNTA CUALES SON…!

NOTAS FINALES EDITORIALES:

CUALQUIER SIMILITU… CON LA REALIDAD DE ESTE RELATO TIPO CIENCIA FICCIÓN ES PURA Y DESAFORTUNADA COINCIDENCIA E IMAGINACIÓN. ¡ASTEDES DISCULPEN!

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