Preservemos el ecosistema con el humus de lombriz roja y hagamos sostenible y sustentables nuestros cultivos.

Una problemática que afronta el agricultor, es el uso constante y descontrolado de fertilizantes químicos para satisfacer demandas, ya que los mismos degradan las condiciones naturales de los suelos e influye negativamente en la  alimentación de los consumidores.

Sin embargo, ya en la actualidad se están obteniendo productos sustitutos que además de fertilizar plantas, regeneran los suelos y les confieren calidad y seguridad alimentaria a los consumidores de frutas y vegetales, con productos netamente orgánicos. Esto ocurre desde mediados del siglo pasado, donde ya existen granjas que están cultivando sin fertilizantes convencionales y sin siquiera labrar la tierra, por medio de la cría en cautiverio de la lombriz roja californiana bajo la técnica de la Lombricultura, la cual lleva milenios actuando de manera bondadosa y silenciosa, pero como método productivo se encuentra en expansión.

En Latinoamérica existen Emprendimientos y Pymes que se dedican a su cría, con el propósito de obtener fertilizantes bajo las presentaciones de Humus Sólido y Lixiviado del Humus, para brindarles a los agricultores, productos  100% naturales capaces de satisfacer sus necesidades a un bajo costo para el corto y el largo plazo.

La Lombricultura es una técnica que se encarga de reciclar desechos orgánicos domésticos e industriales para producir fertilizante natural y carne rica en proteína animal, empleando para ello las lombrices rojas californianas, las cuales son aptas para vivir en condiciones de alta densidad y en cautiverio. Todos los lugares pueden ser adaptables para su cría, sin importar la altura, clima o ubicación, cada interesado decide el alcance de la inversión y los costos de instalación son bajos.

El Humus Sólido y el Lixiviado de lombriz roja son fertilizantes orgánicos contenidos con abundantes nutrientes para el crecimiento y desarrollo de plantas, con el agregado de poder aportar abundante flora bacteriana para la corrección y regeneración de suelos. También se caracterizan por su naturaleza preventiva de neutralizar hongos y parásitos que pueden afectar la evolución de plantas.

El Humus Sólido se reconoce por ser friable, ligero e inodoro, con una granulometría y color parecido al café, mientras que el Lixiviado del Humus está en estado líquido, es de color oscuro y puede ser diluido en agua para su aplicación, ambos productos no queman las plantas y favorecen además a la germinación de semillas, lo cual los convierte en fertilizantes completos y equilibrados.

Entre sus compuestos principales destacan el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y microelementos como hierro, cobre, zinc y manganeso, con un pH que está próximo a 7. Es importante acotar que el valor nutritivo del Humus Sólido y el Lixiviado dependerán de la alimentación que se les dé a las lombrices, y de allí la importancia de reconocer estos aspectos y características para identificarlos en los mercados y no confundirlos con imitaciones que no arrojen los resultados descritos.

Armando Speranza es Ingeniero Industrial egresado de la UNA, Educador por la UCAB, Investigador del Instituto de Ingeniería y Emprendedor del sector Agropecuario. Se ha desempeñado como: Asesor en Gestión Industrial para pequeñas empresas, Responsable en el Diseño e Implementación de Sistemas de Gestión para la Calidad, Evaluador de la Gestión Productiva en empresas del sector eléctrico, además de Planificador y Desarrollador de Programas de Formación empresarial según necesidad y requerimiento demostrado. Actualmente coordina un Programa de Asesoría Online para Emprendedores y Microempresarios, brindándoles a estas Pymes todo el apoyo para la mejora de su Competitividad, para ello se basa en la sistematización de la organización y en el análisis y optimización de sus procesos.