Hablemos de los aromas, estos nos salen al paso, y muchas veces no los advertimos, casi parecemos indiferentes a su presencia, necesitamos detenernos un momento cuando nuestro olfato percibe el rastro fugaz de un olor.

En el agobio del día la huella del café recién molido de pronto nos hace sonreír, el tiempo se detiene, también nosotros nos detenemos un momento, queremos llenarnos de placidez, de ese placer sencillo, en el que el aroma del café nos coloca en un instante; apenas y nos damos cuenta de que la ensoñación nos ha atrapado, la infancia, momentos particulares de nuestra propia vida que hemos compartido con otros desfilan por nuestra memoria. Aspiramos profundo, soltamos el aire con una exclamación, podemos sentarnos a degustar una taza de café o continuar nuestro camino, pero ese instante y ese aroma quedaron impresos en nosotros. Entonces la mañana o la tarde se hacen menos pesadas, menos arduo nuestro trabajo, solo basta un instante, nuestro olfato nos hizo cobrar conciencia de que estamos vivos, de que la realidad está llena de experiencias sencillas que se convierten en extraordinarias.

Hotel Banyan TreeEso es justo lo que viví en Banyan Tree Cabo Marques (BT), en Acapulco, donde fui seducida por los sentidos:

El sentido del olfato: aceites esenciales e inciensos naturales en las aéreas y las habitaciones.

El sentido de la vista: lugares únicos naturalmente bellos además BT tiene un equipo de arquitectos y diseñadores para realizar los proyectos, para que todo pueda expresar sentimientos y emociones. Desde colores, formas, luces, etc.

Sentido del gusto: “Signature Restaurants”, El Saffron es un restaurante Tailandés.

Sentido del oído. Una buena experiencia sensorial basada en el silencio, sitios tranquilos que inspiren paz y tranquilidad o la colección de música en las villas, Spa y zonas públicas.

Sentido del tacto: “Low tech, High touch”. Relación cercana con los huéspedes, Host en el lobby esperando a cualquiera de los clientes para estar con ellos, saber de sus necesidades y ofrecerles su ayuda. Otra manera de sentir el “Toque del Banyan Tree” y la más significativa es ponerse en manos de las terapistas que estudiaron en la academia en Tailandia durante dos años. Ponerse en sus manos es entender el secreto de las manos y el toque asiático.

AcapulcoEl Banyan Tree Cabo Marques está situado en la cima de un dramático acantilado que cae en cascada en el Océano Pacífico, este Resort de villas con piscina privada, es el primero de su tipo en Acapulco y se encuentra anidado en la Bahía del exclusivo desarrollo de Cabo Marques. En este “Santuario de los sentidos” las parejas pueden disfrutar de una experiencia íntima con esa mezcla de romance, rejuvenecimiento y sensualidad. Las villas están diseñadas especialmente para que se pueda disfrutar de un “Momento Intimo”. Para esa noche tan especial la villa privada será vestida con luz de velas, pétalos de rosas rojas y la suavidad de las sábanas de satín, la creación de un escenario perfecto para que tú y tú ser querido se encuentren en un lugar mágico para reforzar el amor.

Cada experiencia busca ofrecerte un viaje inolvidable y un dulce recuerdo del “Banyan Tree Cabo Marques.”

Y de hecho al llegar a mi villa, fui contactada por el departamento de Romance, quienes me propusieron “experiencias” románticas y de seducción (con mi pareja, claro…) tales como clase de “Pintura del Cuerpo”, “Técnicas de masaje en la intimidad de mi villa con una terapeuta Thai”, “Cenas románticas”, bajo el amate, en Las Rocas, etc.

Banyan Tree cubre un segmento de mercado de un turismo de lujo, exquisito, que demanda un servicio muy personalizado.

“La diferencia entre nosotros y otros hoteles de lujo está en la experiencia única que un cliente vive en un Hotel Banyan Tree”, me platicó Ricardo Suárez, director general del hotel, mientras saboreamos diferentes quesos del buffet del desayuno. “Un cliente ha de percibir un buen producto, un servicio único y además sentir emociones, para ello no hay nada más placentero que recibir experiencias emocionales, que son las que perduran en el recuerdo. –Dice: el encantador director del hotel.