Gestionar un negocio es una actividad compleja. Una empresa es un ente vivo, sensible a los vaivenes del entorno y permeable a los cambios que impactan en la sociedad. En escenarios de crisis es importante tener unas bases de gestión sólidas, una cultura corporativa clara y unas estructuras tecnológicas óptimas. Pero, además, es preciso que las PYMES apuesten por estrategias de gestión que apunten a la flexibilidad, la autonomía y la agilidad.

En nuestra empresa, especializada en ERP para PYMES, proponemos una serie de recomendaciones con las que pretendemos mostrar a las pequeñas y medianas empresas cómo afrontar en positivo la gestión de los negocios en escenarios críticos. Son consejos que hemos elaborado, partiendo de nuestra propia experiencia con el teletrabajo. Consejos con los que las PYMES pueden mantener a sus equipos con el ánimo y la motivación necesaria para afrontar situación de crisis y trabajar a distancia.
Comunicaciones periódicas y reuniones virtuales para hacer equipo y compartir las prioridades. Los aplicativos ERP conforman la columna vertebral sobre la que pivotan todas las operaciones comerciales, financieras, administrativas, productivas, etc. de una empresa. El hecho de disponer de un repositorio central donde se almacena toda la información sensible del negocio permite que todos los implicados en un proceso puedan acceder a los datos que necesitan, sobre la marcha y, compartir, aunque sea desde la distancia, la información relevante para facilitar la toma de decisiones. La comunicación fluida y las reuniones virtuales ayudan, no solo a impulsar el trabajo en equipo, la transparencia y, sobre todo, impulsan la colaboración y el trabajo en equipo.

Desarrollo de talento

“Nuestro equipo crece con el proyecto a través de formaciones presenciales y online, en tecnología, lenguajes de programación, optimización de procesos y desarrollo de liderazgo”

Sesiones de análisis semanales y evaluación de puntos críticos para identificar áreas de mejora y posibles puntos de fricción en determinados proyectos y/o procesos. Analizar y evaluar es siempre necesario. Pero, en escenarios de crisis, esta evaluación y el análisis de las métricas se presenta como un elemento crítico, no solo para avanzar sino para alcanzar los niveles de eficiencia óptimos.
Dotarse de las herramientas necesarias para favorecer la autonomía individual en beneficio del interés corporativo. Es evidente que si no se dispone de los aplicativos y soluciones adecuadas el resultado del trabajo será ineficiente, inexacto y, en términos generales, aportará poco valor al negocio. Si los equipos trabajan de manera deslocalizada, sin herramientas adecuadas este trabajo no se puede realizar. Además, en entornos críticos y sobrevenidos con urgencia, como el escenario en el que actualmente operan las PYMES, resulta vital que puedan aprovechar al máximo el potencial que les ofrece la tecnología. En este sentido, ya sea desde el departamento de ventas, como desde el área financiera o, incluso, desde otras áreas, se deben disponer de las soluciones óptimas para el desempeño de las funciones del día a día. Y, esto, debe ser así, tanto si se trabaja en el entorno laboral de siempre, como si se opera en entorno móvil o, incluso, en el ámbito doméstico, como en muchos casos estamos haciendo, durante las últimas semanas.

En general, las PYMES suelen ser, muchas veces, sin saberlo, ejemplo de flexibilidad y agilidad.
En sus modelos de gestión, incluso, han sido innovadoras, implementando fórmulas más difíciles de llevar a la práctica en las grandes corporaciones. Gestionar en positivo, es decir, no solo con la mirada puesta en los resultados, sino, primero y sobre todo, en las necesidades, por un lado del cliente y, por otro del empleado, está haciendo que muchas PYMES puedan tener oportunidades de salir de un escenario crítico.