El golf es más que un deporte, es todo un estilo de vida que pone a prueba las habilidades sociales, la concentración y la coordinación. Cuando jugamos no sólo nos divertimos, sino que nos ponemos a prueba ante los diferentes retos que nos da el campo de juego, además, puede ser practicado por personas de cualquier edad.

Uno de mis campos de golf favoritos en el país es Ventanas de San Miguel, ubicado en la carretera Dolores Hidalgo en la bellísima ciudad San Miguel de Allende. San Miguel acaba de ser nombrada en este julio como la Ciudad número 1 por “Travel + Leisure” World’s Best Awards, que honra a los principales destinos de viaje y compañías de todo el mundo según las puntuaciones de sus lectores.

Su enorme campo fue diseñado por Nick Faldo, famoso por ser uno de los jugadores más exitosos en la historia del golf mundial. Ventanas de San Miguel es el primer campo de golf que diseña, y el que esta obra magistral esté en México es todo un honor.  Aunque está a la altura de otros campos del mundo, lo que lo hace único es su par 70 con un grado de dificultad muy interesante para los jugadores, pues tienen pendientes en el terreno sumamente complicadas que retan todas las habilidades en el juego.

Mientras avanza el día, el corazón se llena con la paz que da la naturaleza cuando está en equilibrio con nuestros deseos. Durante los descansos, nos detenemos a ver las increíbles vistas de la ciudad enmarcadas por la monumental Parroquia, con una copa del delicioso vino Rolu en la mano. Nos regala un coqueto color rojo oscuro y aromas a destellos de frutos rojos, tabaco y chocolate, con un final tan sensual, redondo y persistente como las sensaciones que nos regala un buen swing en el campo.

Son vinos muy seleccionados con una crianza mínima entre barrica de roble y botella de tres años, con uno mínimo en barrica. Para los vinos blancos el periodo de crianza de dos años y seis meses mínimo en barrica.

Sus cualidades nos invitan a maridarlo con un corte de carne asado y vegetales a la plancha, aromatizadas con hierbas y especias que nos recuerden el aroma del campo, o con una tabla de quesos y carnes frías para compartir su sabor entre los compañeros de juego.

La tranquilidad, el aire fresco y el entorno natural de las montañas, nos invitan a pasar días de relajamiento en sus casas y villas de lujo. Una de éstas es su casa colonial para ocho personas, donde nos consentimos después del golf en sus terrazas, jardín privado, alberca privada, cocina y estacionamiento.

El clima de San Miguel es ideal para pasar horas jugando y liberarnos del estrés de la vida cotidiana. Sus días soleados y de cielos azules engalanan las vistas que se tienen desde cualquiera de sus 18 hoyos, distribuidos ingeniosamente entre lagos, trampas y declives.

Para embellecerlo con los verdes más intensos se sembraron los mejores pastos del mundo: el Azul de Kentucky en Fairways y el Bent Grass en los greenes. Ambos son muy apreciados por ser al mismo tiempo suaves pero firmes, permitiendo que nos desplacemos cómodamente y sin resbalones, además de que nos mantengamos firmes en el piso durante los golpes.

Para más información sobre el club o los vinos, visitar:

https://www.clubventanasdesanmiguel.com/

http://vinoswagner.com/nuestros-vinos/rolu/