Una copa es una excelente excusa para comenzar una conversación, y en México queremos ser la mejor conversación con y de vinos. En un país que recién está despertando a los placeres de los hijos de la uva, hemos visto como las bodegas y los premios a sus vinos han crecido, al igual que los nuevos seguidores y las publicaciones especializadas.

También hay aficionados con blogs; secciones especiales en los periódicos; páginas en algunas revistas de temas generales, y mi programa sabatino de radio en el que recomiendo excelentes vinos.

En Mexico los vitivinicultores ven el crecimiento de las uvas como si fuera un embarazo; festejan las vendimias como si fuera un bautizo; incuban los vinos como si fueran sus niños y los entregan orgullos al mundo como si fueran sus hijos.

Basta con que le pregunte al agricultor, al enólogo y al bodeguero acerca del vino, para que detecte en un brillo especial en sus miradas, lleno del entusiasmo de quienes aman lo que hacen, como los que trabajan en Grupo Cetto, el productor más grande del país y no sólo en volumen, sino que también cuentan con medallas de los principales concursos internacionales. La bodega se encuentra en la península de Baja California, en una zona privilegiada con un clima mediterráneo muy semejante al europeo, al que se deben sus viñedos fértiles.

En las últimas décadas, los vinos mexicanos han protagonizado una curva ascendente tanto en cantidad como en calidad. Hay muchas inversiones, hay nuevos y entusiastas protagonistas y especialistas tomando las riendas de este negocio. Pero como en cariños y en sabores, siempre es bueno tener los orígenes bien presentes y arraigados, y en Baja California hay una gran tradición y excelente calidad que se saborean en Santo Tomás, ubicada a 49 km. al sur de Ensenada, donde nació la historia vinícola de la zona. Las bodegas originales y sus 14 edificaciones datan de 1913, se conservan como museo y han sido declaradas Patrimonio Cultural del Estado. A pesar de ser la bodega más antigua de Baja California, está más joven que nunca.

La revolución del vino de Ensenada va de la mano con Monte Xanic, y a más de dos décadas después de su creación, sigue innovando con medidas como ser pioneros de los vinos Premium. El exuberante clima templado de la montaña, más el trabajo incansable de sus socios Hans Backhoff, Tomás Fernández, Eric Hagsater, Manuel Castro o Ricardo Hojel, han puesto al país en el mapa de productores de vinos de calidad a nivel mundial.

Caprichosamente la naturaleza de ese lugar ha gestado uno de los mejores vinos del país. Allí donde ‘las flores brotan después de la primera lluvia’ (como dice el vocablo cora que le da su nombre), hay una que alberga desde 1987 al primer viñedo productor de vinos premium de México.

Sirvo el vino en mi copa Riedel y casi sin pensarlo lo hago girar en la copa. Con cada nota y cada aroma que llega a mí, se desata una interminable cadena de personas que están detrás de cada una de sus gotas, hombres y mujeres que aman lo que hacen, desde la vendimia hasta el embotellado… esas manos que toman cada racimo o aquellas que saben qué mezcla exacta de cepas puede hacer explotar sensaciones en el paladar.

Los invito a dejarse invadir por el color, el sabor, el aroma, la tersura y hasta el sonido de una potente copa de vino, en un viaje con los sentidos por el fascinante mundo vinícola mexicano.